
Décima Espinela
Décima Espinela es una estrofa bautizada así por el gran Fénix de los ingenios, que en el Siglo de Oro fue amigo y alumno de Vicente Martínez Espinal, el poeta de Ronda que ha pasado a la fama, sobre todo en el mundo de los improvisadores, como el creador de la física. No vamos a ahondar ahora sobre si Espinel fue o no el grado de la atención; solamente diremos que no queda duda alguna de que ya existía entre varios poetas del Siglo de Oro.
Espinel lo que hizo fue ordenar y publicar en su libro diversas rimas con esta estructura, y no fue él quien le puso el nombre de espinela. Si no puede ver esta estructura, sabían además que Espinel solamente escribió ocho décimas. Sabía incluso que las ocho décimas del final no son las mejores, ni siquiera pueden catalogarse como buenas décimas.
El gran regalo que le hizo, y lo que deberíamos esperar, fue bautizar la estrofa como espinela. Así ha pasado a la memoria popular, así se estudia en las escuelas y así se les canta diariamente al maestro Espinal, el poeta.
¿Cuáles son los aportes de Espinel a la estrofa? El orden del esquema (ABBAACCDDC) es lo más destacado, pero sobre todo, aquí apunte lo que diferencia a una espinela de otra: la pausa obligatoria después del cuarto verso.
La pausa obligatoria tras el cuarto verso y la estructura del ABBAACCD son las dos marcas indelebles. Bien, cuando estamos en presencia de una espinela, hay también otras marcas más disimuladas pero que son importantes de conocer: las pausas respiratorias. Cada dos versos, hay una pausa respiratoria, y en total, son cuatro de la obligatoria y seis en total.
pausas respiratorias. Estas pausas, aunque sutiles, marcan el ritmo y la cadencia de la espinela, añadiendo un matiz distintivo a la estructura poética.
En resumen, Espinel no solo legó una forma métrica, sino que también definió las pausas y el ritmo característicos de la espinela. Su contribución va más allá de la mera estructura, dejando una marca indeleble en la forma en que esta estrofa es comprendida y recitada.
Así, cada espinela se convierte en un homenaje a la maestría de Espinel, un recordatorio poético que perdura en las letras, resonando con la pausa tras el cuarto verso y las pausas respiratorias que dan vida a esta forma única. Su legado vive en cada espinela que se compone y recita, rindiendo tributo al genio que dio nombre y forma a esta expresión artística.
©️Naruka Navarro