
Cierto día en la distancia
me encontré a un tipo fino,
que atufaba su fragancia
me revolvió el intestino.
Notaba aquella presencia,
tras el cristal su reflejo
y creía una imprudencia
por poco le despellejo.
Ya el camarero venía,
a preguntar generoso
muchos nervios yo tenía
mas pienso que era asqueroso.
Sin yo poder ya aguantarme
yendo a su encuentro veloz
a su lado fui a sentarme
como un animal feroz.
Cuando me situé tan cerca
me pareció embarazoso
¿y si le falta una tuerca?
mas bien parecía acoso.
Apunto de desmayarme,
Miré aquel ser repugnante
Pretendía a mí ayudarme
Quiso mostrarse galante.
Tome asiento mi princesa
que tan grade es su hermosura
veo la niña traviesa,
haciendo una travesura.
Cuando escuchaba aquel tipo,
ante su mirada atento,
observé que le daba hipo
y cara de estar contento.
Y con mucho desparpajo,
sin siquiera darse cuenta,
pensé en el escarabajo
deprisa me di la vuelta.
Y es en este mismo instante,
sin yo poder yo evitar,
tu olor era galopante
me puse pues a gritar.
©Natuka Navarro