
El Grito
El que grita «¡Libertad!»
devolver las cadenas
Que grita «¡Ánimo!
Tiembla de miedo
El que grita: «¡Recuerda!
no recuerda
Los que gritan «¡Gracias!
sueña con la caída
«¡Sabiduría!» –
se ha intercambiado por la lengua de un tonto….
La «honestidad» se alaba por los incrédulos
La paz es pedida por los airados
Por una dieta de verduras –
el caníbal.
Un reloj que gira día tras día
Hace falta que las manos se caigan
Y el poder de los eventos desconocidos
A las dos, contamos desde el péndulo.…
El grito de «¡Fuerza!» –
se les rompe la voz
Girando «¡Fidelidad!» –
son bienvenidos
Quién grita «¡Verdad!» –
suelen mentir
A quienes gritan «¡Grandeza!» –
Tan pequeños
«¡Reconocimiento!» se anuncia una voz
desde el mundo subterráneo
Piden las reglas del juego:
Los ladrones
En un reloj que gira cada día
La mano hace tiempo que se ha ido
Y el peso de los fenómenos desconocidos
El alambre oscila en ambos sentidos…
Pues la dignidad llora el degradado
A modo de pena…
la soberbia vestida de casulla
Durante el silencio –
Esto hace que suenen las campanas.
Por honor, un planeta a prueba de balas.
«¡Yo!» – Grita uno que se ha apretado entre la masa.
«¡Nosotros!» – Que asusta a sus propias ambiciones
Quien rinde culto al amor no amado
Quién espera – la soga está atada.
En el reloj que gira cada día
Las manos hace tiempo que se cayeron
Y las cargas de los eventos desconocidos
Para dos, lo cuentan desde el péndulo.
Cuando el hilo del tiempo hace un bucle –
Comenzará a latir…
El que grita «¡Libertad!»
devolver las cadenas
Que grita «¡Ánimo!
Tiembla de miedo
El que grita: «¡Recuerda!
no recuerda
Los que gritan «¡Gracias!
sueña con la caída
«¡Sabiduría!» –
se ha intercambiado por la lengua de un tonto….
La «honestidad» se alaba por los incrédulos
La paz es pedida por los airados
Por una dieta de verduras –
el caníbal.
Un reloj que gira día tras día
Hace falta que las manos se caigan
Y el poder de los eventos desconocidos
A las dos, contamos desde el péndulo.…
El grito de «¡Fuerza!» –
se les rompe la voz
Girando «¡Fidelidad!» –
son bienvenidos
Quién grita «¡Verdad!» –
suelen mentir
A quienes gritan «¡Grandeza!» –
Tan pequeños
«¡Reconocimiento!» se anuncia una voz
desde el mundo subterráneo
Piden las reglas del juego:
Los ladrones
En un reloj que gira cada día
La mano hace tiempo que se ha ido
Y el peso de los fenómenos desconocidos
El alambre oscila en ambos sentidos…
Pues la dignidad llora el degradado
A modo de pena…
la soberbia vestida de casulla
Durante el silencio –
Esto hace que suenen las campanas.
Por honor, un planeta a prueba de balas.
«¡Yo!» – Grita uno que se ha apretado entre la masa.
«¡Nosotros!» – Que asusta a sus propias ambiciones
Quien rinde culto al amor no amado
Quién espera – la soga está atada.
En el reloj que gira cada día
Las manos hace tiempo que se cayeron
Y las cargas de los eventos desconocidos
Para dos, lo cuentan desde el péndulo.
Cuando el hilo del tiempo hace un bucle –
Comenzará a latir…
El que grita «¡Libertad!»
devolver las cadenas
Que grita «¡Ánimo!
Tiembla de miedo
El que grita: «¡Recuerda!
no recuerda
Los que gritan «¡Gracias!
sueña con la caída
«¡Sabiduría!» –
se ha intercambiado por la lengua de un tonto….
La «honestidad» se alaba por los incrédulos
La paz es pedida por los airados
Por una dieta de verduras –
el caníbal.
Un reloj que gira día tras día
Hace falta que las manos se caigan
Y el poder de los eventos desconocidos
A las dos, contamos desde el péndulo.…
El grito de «¡Fuerza!» –
se les rompe la voz
Girando «¡Fidelidad!» –
son bienvenidos
Quién grita «¡Verdad!» –
suelen mentir
A quienes gritan «¡Grandeza!» –
Tan pequeños
«¡Reconocimiento!» se anuncia una voz
desde el mundo subterráneo
Piden las reglas del juego:
Los ladrones
En un reloj que gira cada día
La mano hace tiempo que se ha ido
Y el peso de los fenómenos desconocidos
El alambre oscila en ambos sentidos…
Pues la dignidad llora el degradado
A modo de pena…
la soberbia vestida de casulla
Durante el silencio –
Esto hace que suenen las campanas.
Por honor, un planeta a prueba de balas.
«¡Yo!» – Grita uno que se ha apretado entre la masa.
«¡Nosotros!» – Que asusta a sus propias ambiciones
Quien rinde culto al amor no amado
Quién espera – la soga está atada.
En el reloj que gira cada día
Las manos hace tiempo que se cayeron
Y las cargas de los eventos desconocidos
Para dos, lo cuentan desde el péndulo.
Cuando el hilo del tiempo hace un bucle –
Comenzará a latir…
©Natuka Navarro
Música de Oleg Kirilkov de Pixabay