En la penumbra de mi herida,
aborrecida y desterrada del mundo cruel,
cual hoja seca en el viento perdida,
busco un refugio en mi propio papel.
Entre letras danzo, en versos me oculto,
en el rincón del verso encuentro paz.
En cada palabra un latido tumulto,
en cada estrofa, mi ser se deshaz.
El mundo me rechaza con saña,
pero en la tinta hallo compañía.
La poesía, mi fiel aliada, mi extraña,
en su abrazo encuentro melancolía.
El destierro me duele, me desgarra,
en soledad, me refugio en la rima.
Mis penas se vuelven versos con garra,
liberando mi alma en esta prosa íntima.
En la poesía, encuentro mi morada,
mi refugio en letras que desbordan.
Del mundo aborrecida y desterrada,
en versos encuentro la voz que me acuerda.
***
El poeta en busca de palabras
Con gratitud acepto tu lealtad sincera,
un regalo valioso que mi corazón espera.
En la balanza de la amistad, un tesoro sin igual,
una joya preciosa que no se puede igualar.
Tu lealtad, un puente que une nuestras almas,
un lazo fuerte que enfrenta cualquier calma.
En la adversidad o en la felicidad radiante,
tu lealtad es un faro, guía constante.
En cada paso que damos, juntos de la mano,
tu fidelidad es un escudo en el trayecto cotidiano.
Las pruebas de la vida, juntos sortear,
tu lealtad, un bastión en nuestro caminar.
En las risas compartidas y también en el llanto,
tu lealtad, un refugio seguro, un encanto.
En cada palabra y en el silencio, presente,
tu lealtad, una promesa, un lazo persistente.
Que esta amistad florezca y crezca en el tiempo,
con la certeza de que siempre estaremos atentos.
Recíbela tú también, mi lealtad en un abrazo,
unidos en este lazo, sin cesar, sin rechazo.
En las alegrías y en los momentos de zozobra,
la lealtad es el norte, la guía que se desdobla.
Gracias por tu fidelidad, valor infinito,
que juntos construyamos un futuro bendito.
Natuka Navarro©