
«Viento de Desencanto»
Es el aire, susurrante y traicionero,
Que arrastró mis sueños como hojas secas,
Llevándose en su danza pasajera
Las ilusiones que creí eternas.
Flotaban mis anhelos, mariposas frágiles,
En la brisa que prometía primaveras,
Mas se tornó en vendaval implacable,
Dejando solo huellas de quimeras.
¿Dónde fueron a parar mis esperanzas?
Quizás a un lugar más allá del horizonte,
Donde el viento deposita sin tardanza
Los sueños rotos de cada alma insomne.
Ahora, en el silencio de la ausencia,
Escucho el eco de lo que fue y no es,
Mientras el aire, en su eterna cadencia,
Sigue su camino sin mirar atrás.
Pero aún respiro, aún siento el roce
De ese mismo aire en mi piel desnuda,
Y aunque se llevó lo que más conoce,
Tal vez traiga nuevas ilusiones, sin duda.
Pues el viento, en su naturaleza esquiva,
No solo arrebata, también puede dar,
Y quizás mañana, con el alba viva,
Nuevos sueño me ayude a forjar.
Natuka Navarro
©Luna Poetiza