«En Cada Paso, un Latido»
Ando más o menos cinco kilómetros al día,
entre senderos y caminos, mi vida se desliza.
Alrededor de setenta kilos, peso de mi andar,
cuando no ande, el cambio vendrá, me pondré a pensar.
Me pareceré a mis tías, una herencia que se hereda,
mi madre era delgada, en sus ropas me perdía.
Se parecía a mi abuelo, delgado en su esencia,
pero la familia de mi abuela, con curvas de presencia.
A pesar de pasear, con la vida en movimiento,
gordita nos quedamos, con el tiempo, el testamento.
Casi sesenta años, me acercan al umbral,
y la gimnasia se convierte en un reto final.
Sudo como un primor, y no me gusta el calor,
me ducho con agua fría, buscando un resplandor.
Menopausia es la duda, un cambio en mi ser,
quizá cortarme el pelo al cero, es algo que he de hacer.
Soñaba con melenas largas, hasta los pies alcanzar,
pero el cabello se estropea, y los sueños se van.
Mis pensamientos quebrantes, una despedida tan real,
les abrazo con fuerza, hasta el alma llegar.
En cada paso, en cada cambio, un latido del corazón,
la vida sigue adelante, con su propia canción.
Desde mis días y mis sueños, les dejo este abrazo,
con cariño y esperanza, en un tierno abrazo.
Natuka Navarro
©Luna Poetiza