
En la Danza de los Anhelos
Bajo la sombra de la noche,
se yergue un lamento inquieto,
susurros de un alma inquieta,
en un mundo de silencio.
Se entretejen versos oscuros,
en la danza de los anhelos,
un corazón lleno de dudas,
y un destino incierto, sin celos.
¿Qué misterios aguardan aquí,
en esta danza de desvelos?
¿Acaso un amor perdido,
o la esperanza en desvelo?
En la quietud de la estancia,
se vislumbra un sueño lejano,
un anhelo en la penumbra,
en el corazón, un reclamo.
Que el silencio no ahogue tus sueños,
ni el remordimiento te embista,
pues en cada paso incierto,
reside una esperanza que insista.
¡Caminante, no temas el rumbo,
ni la carga que en el pecho llevas,
pues en cada sendero oscuro,
nuevas luces hallarás en ellas!
Que el amor, aunque sea sin alas,
se posa con ternura en el pecho,
y aunque el camino sea duro,
no estás solo en este trecho.
Así como el mar, inmenso y vasto,
eres tú, único y especial,
en la distancia y en lo apartado,
brillas con un fulgor sin igual.
©Natuka Navarro