
Náufragos del Amor
Ella caminaba descalza por la orilla del mar, con su vestido blanco ondeando al viento. Las olas rompían suavemente a sus pies y la espuma parecía rendirle tributo. Él la observaba embelesado desde lejos, cautivado por esa visión etérea.
Se acercó lentamente por la arena y le recitó los versos que había compuesto para ella. Versos que comparaban la blancura de las olas con su sonrisa, y el vaivén del mar con las notas del piano en sus manos. Ella lo miró con ternura y dejó escapar una risa cristalina que lo hechizó por completo.
Caminaron tomados de la mano bordeando la costa, compartiendo sueños y poemas. Se sentían dos náufragos del amor que habían encontrado un oasis en medio de la soledad. Las horas se les escapaban entre confidencias susurradas, miradas cómplices y roces furtivos.
Al caer el día, se despidieron a regañadientes. Pero los versos de amor quedaron grabados en sus almas. Y entre las líneas de cada poema, latía la promesa de un nuevo encuentro junto al mar, donde reinaría eternamente esa magia que había nacido.
©Natuka Navarro 16 de Noviembre 2023