
Trinidad de luz, mito y fe en el nacimiento divino
En tiempos antiguos, la noche se envolvió,
entre dioses y astros, en quietud ancestral,
nació un relato, divina señal,
mitos y leyendas al cielo alzó.
El niño del amor en la mitología,
en cunas celestes, su luz resplandece,
un ser especial, así lo enaltece,
nace entre estrellas, llena de magia.
Entre susurros de los dioses contado,
en el crisol del tiempo fue sembrado,
con auroras de oro y misterio sin par,
el niño divino en la noche estelar.
En la mitología, cuento inmortal,
el niño Dios, en esa antigua esfera,
mito o verdad, su luz perdura entera,
el nacimiento celebra lo celestial.
En la fe trinitaria, misterio sutil,
Padre, Hijo y Espíritu, en comunión,
entrelazan sus luces, divina unción,
tres en uno, divino perfil.
María, en su ser, la gracia sintió,
luz en su vientre, divino cristal,
el Espíritu Santo en ella posó,
concebir al Hijo, promesa ancestral.
Tres en uno, un nexo sin par,
el niño nacido, promesa cumplida,
fe en la Trinidad, historia tejida,
unión divina en un solo altar.
Padre, Hijo, Espíritu en armonía,
en María, la madre, el misterio latente,
historia de amor, eterna, ardiente,
en mito o en fe, la luz guía.
©Natuka Navarro