
A Lo Hecho, Pecho- Refranes
Explicación:
Este conocido refrán se utiliza cuando nos enfrentamos a una situación irreversible, ante la cual es inútil lamentarse y lo único que queda es afrontarla con valor y entereza.
La idea principal es que si ya algo está hecho y no tiene remedio, no ganamos nada con quedarnos pensando en el pasado. Más bien, debemos mirar hacia adelante y hacer frente a las consecuencias con el pecho en alto, es decir, con coraje y determinación.
El refrán invita a dejar atrás arrepentimientos estériles cuando cometimos un error o nos sucede algo inevitable. En esos casos, lo sensato es concentrar la energía en buscar soluciones y enmendar lo que aún se pueda, en lugar de perder el tiempo queriendo cambiar lo ya sucedido.
Lo inevitable
Algo ocurrió que no tiene vuelta atrás,
es inútil quererlo ahora cambiar.
El pasado es cosa juzgada,
sólo queda aceptar lo que el hado deparó.
Ya no valen disculpas ni lamentos tardíos,
el tiempo avanza implacable su camino.
Lo hecho, hecho está, no hay remedio,
asúmelo con pecho fuerte, destino.
Del error se aprende para no repetirlo,
y a la adversidad se le sale al encuentro.
Mira adelante con paso firme,
mantente en la lucha con ánimo entero.
Aunque duela lo inevitable, no te abandones,
recoge los pedazos y vuelve a construir.
Que tu valor y coraje sean faros
que iluminen el nuevo porvenir.
A Lo Hecho, Pecho,
sin lamentos ni reprocho.
Errores ya no se pueden cambiar,
solo queda la fuerza de enfrentar.
Con valor y con constancia,
afrontar la circunstancia.
El coraje en el corazón,
enfrentando cualquier aflicción.
Rogar no tiene ya sentido,
aceptar lo que ha sucedido.
El pasado es agua pasada,
el presente es lo que cuenta en la jornada.
El porvenir es el consejero,
para hacer lo correcto y certero.
Lo hecho, hecho está,
mirar al futuro con actitud sin igual.
Así, a lo hecho, buen pecho,
y al porvenir, mostrar afecto.
En el día que ya pasó,
no mires atrás, sigue adelante, ¡vamos!
El Athletic, a lo hecho pecho,
pues en la derrota, encuentran el reflejo.
Sin remordimientos ni pesar,
con fuerza y entereza, siguen adelante sin cesar.
Natuka Navarro©