Me rendí a tus labios ante tu presencia, éramos reos de la noche un momento, Entre los baños te elevé al firmamento me transformaste en esclavo de tu ausencia.
Prendiste mi pulso de fuego exigencia,.., sellaste a sangre y fuego con acreditación, corriendo como un loco en el ahuyento, Perdí la conciencia de la licencia.
A falta de saber tu nombre o tu eras te daría lo más limpio de mi vida unida por un lazo como las vides,
primaveras naciendo un instante meras de pensar en nuestra despida florida del sabor de nuestras caderas decides.
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