
Cosecha de Amor en las Blancas Colinas
En las blancas colinas de tu cuerpo, muslos níveos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Cuerpo de mujer, tierra fértil, semilla que siembro,
en la cosecha del amor, mi labriego alma juega.
Labriego salvaje, surco tus campos de ternura,
haciendo saltar el hijo del fondo de la tierra.
Somos un verso en la sinfonía de la naturaleza,
fusionando en el éxtasis, nuestra esencia se encierra.
Fui solo, como un túnel oscuro y sin consuelo,
donde los pájaros huían, y la noche, poderosa,
invadía mi ser con su manto de desvelo,
hasta que encontré en ti la luz más hermosa.
Te forjé como un arma, como una flecha lanzada,
mi arco tenso de pasión, mi honda de deseo.
En la danza eterna del amor, nuestra balada,
es un eco que resuena, un eterno trofeo.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo,
en el lienzo de tus besos, la redención se esboza.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme,
nuestro amor, un poema que en la eternidad se posa.
Ah, los vasos del pecho, cántaros de emoción,
donde se guarda el vino de nuestra complicidad.
Ah, los ojos de ausencia, reflejos de devoción,
en el espejo del alma, encuentro tu realidad.
©️Natuka Navarro 3 DE NOVIEMBRE 2023
Music by Sergio Prosvirini from Pixabay