Desde El Corazón
Reconecté mi corazón que había olvidado.
Y el deseo de dolor que mis labios se rajaran,
Mas no me incliné ante nadie,
Entré en el agujero de mis recuerdos
No me azoté, no mordí a nadie.
Sufría mi alma, gemía en el fondo
Camino por el barro, si bien no arañé a nadie,
Tampoco hubo dolor, pero esperé.
No comí por las mordeduras de los ratones,
No me ponía la vestimenta que llevaban los demás.
No aguantaba los piropos indecorosos,
No había cambiado mis preferencias.
Sin embargo, no me aparté de la verdad.
No me arrepiento. Sólo tengo una cara y un nombre.
y un nombre, y tengo un corazón, que da vida
Normalmente, como todo el mundo, envejezco.
El corazón – en las heridas. Pero es grande.
Han pasado por momentos de tensión
en cientos de ocasiones,
Vendí las ampollas y las heridas tampoco se abrieron.
El corazón no se hace en moldes.
No repito tampoco mis propios problemas.
Acuérdate: que los corazones no desaparecen.
Su tasa de vida es también es extraordinaria.
El corazón autosimilar ha sido redescubierto.
Seguimos sin enterarnos que sean legales.
©Natuka Navarro