
«El Juego Y El Verdadero Premio»
«En colinas quietas, donde el sol moría,
la plaza era el templo de la niñería.
Con pelota vieja, gastada de tanto rodar,
nacía el peloteo, sagrado ritual.
Manos contra cuero, risa contra tiempo,
buscando en el aire el mejor sustento.
Y estaba Miguel, diez años, raudo y veloz,
con la sonrisa eterna, vibrando en su voz.
Llegó el forastero, con porte singular,
y una esfera nueva, dispuesta a brillar.
Lanzó el desafío: diez toques seguidos al fin,
por un premio envuelto, guardado en un sinfín.
La pelota traiciona, danza, sube y cae,
el rebote incierto a todos extrae
la fortuna; mas Miguel, con mente de cristal,
alcanza el décimo golpe, audaz y triunfal.
El extraño sonríe, en su gesto profundo,
y entrega una caja, que esconde otro mundo.
No es brillo, no es oro, no es magia fugaz,
solo otra pelota, más vieja, con paz.
Y una nota breve, enseñanza al final:
«El verdadero premio es el juego, no el metal.»
Desde aquel encuentro, bajo el cielo azul,
Miguel supo el secreto, supo ser la luz.
El valor reside en la mano que toca,
en la pasión humilde que el alma convoca.
Que importa la esfera, si el juego es la fuente,
donde el corazón se hace fuerte y valiente.»
soñar desde adentro y renacer día a día.
(Escribo Para Que El Silencio No Duela.)
Natuka Navarro – Luna Poetiza



