Hay que cambiar los cielos, el clima, la luz. Paloma de una temporada, huyo con el verano, Mi inconstante vuelo se desplaza desde la ribera austera Hasta la costa hechizada.
Pero deja que el vuelo me separe de la costa para siempre he seguido pasos del tiempo apreciados, Y que ahora mi dicha difunta ¡Esparcida con sus escombros!
¡Cómo me gustaba esta casa! que Aún no tenía… Ha visto el cielo brillante bajo un sol tenue; Por fin ha surgido el amor en mi alma Solo lo había embellecido.
Ay, con el amor sus encantos han caído ; Y bajo estos grandes abetos, junto a los lagos neblinosos, Voy a ver levantarse como un fantasma que grita Lamentablemente, la sombra de los días de gloria.
Para mí todo está lleno en esta fría playa Del querido presente y de la amada apariencia, Con la voz clara y la dulce figura La cual encantó a mi corazón.
Y como no podía, desolado y devoto, Lleva este corazón magullado en los caminos, A solas donde éramos dos, la pena donde yo era feliz, ¿Perdiendo el tiempo donde yo te sonreía?
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