«El Repartidor de Poesía»
Retraso en la ruta, caos sin medida,
bandejas vacías, misión incumplida.
Las fragancias se fueron, letras dispersas,
solo ecos de rimas que un día fueron tersa.
Pero en la adversidad, un rayo de luz,
la oportunidad dorada de ser esa cruz
que otros puedan cargar, hombro solidario
que aligere las penas del mundo precario.
Ya no soy receptora de versos y notas,
ahora debo entonar las palabras que flotan
en busca de oídos que ansíen su rumbo,
cual faro en la noche que alivia el tumulto.
Las calles son selvas de almas perdidas
que vagan sin brújula, sus fuerzas rendidas.
Quizás un vocablo bien entonado
pudiera cual fénix renacer lo olvidado.
Mi voz se convierte en manto esperado,
en bálsamo lírico para el desamparado.
Que mis letras se alcen en vuelo sublime
y el pan que reparto sean rimas que imprimen.
Porque hay más hambre que la que sacia el grano,
más sed que la que calma el arroyo cercano.
Hambres de propósito, sedes de sentido,
que un poema bien dicho puede haber nutrido.
Iré puerta a puerta con mi alforja llena
de metáforas frescas que aligeren penas.
Tocaré los timbres de los olvidados
y sembraré mis versos en sus patios áridos.
No me quedó el reparto que aguardaba hacer,
pero una nueva entrega se me vino a ofrecer:
Repartir esperanza con cada entonación,
hacer de cada estrofa un pan de emoción.
Que mi voz sea río de palabras vivas
que corran fértiles por calles esquivas.
Refrescando las almas que ven su cauce seco,
sembrando en cada huella el eco de mis ecos.
Ya no más bandejas vacías y frías,
ahora mi reparto lleva altas fantasías.
Poesía a domicilio, verso puerta a puerta,
proveyendo la dosis que el corazón acierta.
Porque la letra escrita no siempre es bastante
si no alcanza el oído del caminante.
Por eso he de soltarlas cual pájaros sabios
para que hagan sus nidos en los más agrios labios.
Ya desprendí mi carga de todo aquel ayer,
y abracé este presente de versos que hacer rodar.
Aunque hoy no cumplí el reparto que aguardaba,
entrego lo que importa: almas renovadas.
Natuka Navarro
©Luna Poetiza