«En el lienzo de la vida»

No es que tenga mucho que hacer en estos días, pero la mente trabaja y trabaja sin darme cuenta. Tengo que hacer las cosas perfectas, pero mis altibajos me lo impiden.

¿Qué le pasa al mundo? Unos se obsesionan con el fútbol, mientras que otros se enfocan en otras cosas.

Millones de monedas se pierden sin que nos demos cuenta. La bandera se presenta y los hinchas cantamos con fuerza, pero se maltrata a los que ven el fútbol y se pegan sin piedad.

En estos días, tres mujeres fueron asesinadas en pueblos cercanos. Una de ellas tenía dos hijos que también murieron. Detuvieron al marido y dijo que no se pudo quitar la vida.

«En el lienzo de la vida»

Los pinceles del tiempo, con trazos de luz y sombra,
dibujan en el lienzo de la vida nuestra historia.
Un mosaico de alegrías, tristezas y amores,
que conforman la esencia de nuestros corazones.

Nacemos en un mundo de colores vibrantes,
donde la inocencia guía nuestros pasos vacilantes.
Exploramos con asombro cada rincón,
descubriendo la magia que nos rodea sin cesar.

La vida es un viaje, un camino sin final,
lleno de sorpresas, aventuras y aprendizajes por igual.
Debemos caminarlo con valentía y decisión,
dejando huella en cada paso, con pasión.

En el trayecto, encontramos personas que nos marcan,
amigas y amigos que la vida nos regala.
Compartimos risas, llantos y sueños compartidos,
fortaleciendo lazos que jamás serán olvidados.

Los obstáculos y desafíos también se presentan,
poniendo a prueba nuestra fuerza y resistencia.
Pero con cada tropiezo, nos levantamos más fuertes,
aprendiendo de las caídas y conquistando nuevas cumbres.

A medida que avanzamos, descubrimos nuestro propósito,
la razón por la que estamos aquí, nuestro legado infinito.
Debemos perseguir nuestros sueños con tenacidad,
dejando un mundo mejor, lleno de bondad y felicidad.

En el lienzo de la vida, pintamos nuestra propia historia,
con pinceladas de amor, esperanza y gloria.
Que cada día sea una obra maestra,
un reflejo de nuestro ser, única y perfecta.