
En el rincón de las letras, mi refugio secreto,
donde autores del mundo trazaron su cometido,
buscaba compañeros de tinta y verso inquieto,
no amigos comunes, sino almas de sentido.
Entre líneas y estrofas, encontré un tesoro,
autores lejanos que compartían su esencia,
en cada palabra, un lazo, un decoro,
tejiendo amistades, creando una presencia.
Algunos, en la penumbra del olvido se han ido,
sus palabras persisten, aunque ellos ya no estén,
en el eco de las letras, su legado ha florido,
como hojas que caen, pero el árbol se mantiene.
¿Dónde están ahora, esos amigos de pluma,
que con sus historias pintaron mi universo?
Algunos partieron, su esencia se esfuma,
en el vasto abismo de un silencioso verso.
Unos se fueron con el viento de la eternidad,
otros, quizás, perdidos en alguna encrucijada,
en el libro de la vida, marcando su verdad,
caminantes de historias, en la senda quebrada.
Aún busco sus sombras entre letras y espacios,
en la red de palabras que tejimos con afecto,
aquellos que fueron luz y otros, sombras y abrazos,
siguen vivos en la tinta, en cada recuerdo infecto.
En la danza de las palabras, la amistad persiste,
aunque el tiempo se lleve cuerpos y memorias,
en el eco del poema, su esencia persiste,
como testigos mudos de nuestras propias historias.
NatukaNavarro©