Aquellos que están alarmados, o que se desesperan, podrían tomar un poco de consuelo en las palabras de Søren Kierkegaard:
La verdad siempre recae en la minoría, y la minoría siempre es más fuerte que la mayoría, porque la minoría generalmente está formada por aquellos que realmente tienen una opinión, mientras que la fuerza de una mayoría es ilusoria, formada por las pandillas que no tienen opinión y que, por lo tanto, en el siguiente instante. Cuando es evidente que la minoría es la más fuerte) asumen su opinión … mientras que la verdad vuelve a una nueva minoría.
A continuación, un ejemplo de una falacia lógica frecuente conocida como la apelación de argumentos a la autoridad de la mayoría, la cual convierte a todos los que están a favor en «argumentos contra la persona» o » en argumentos a favor de la persona». Básicamente, un argumento.
Recuerdo cuando estudiaba historia en la facultad, estábamos tratando el tema de cuando los Vándalos se apoderaron del norte de África.
Los Vándalos eran cristianos, pero eran seguidores de una corriente herética y obligaban a los romanos a convertirse a su herejía.
Resulta que llegaron a un romano del norte de África y quisieron obligarlo a seguir su fe, este le argumentó que su fe era como una miguita de pan, aparentemente una cosa insignificante pero para crearla hizo falta la fuerza de un rio, que movió el molino, que molió el grano, con el que se hizo la harina, con la que el panadero con su trabajo, hizo el pan, del cual salió la miguita.
Una imagencita por muy pequeña que sea ha precisado, la imaginación de su autor y sobre todo, muchas horas de trabajo, hasta que esta imagen mental del autor, se ha visto plasmada en esa imagencita.
¿Es entonces una o imagencita sin importancia?
Afirmar que sí, demuestra que nunca se ha creado nada, no hay que minimizar el trabajo de creación, es muy fácil coger lo que se encuentra y decir, si no tiene importancia, eso denota, que nunca se creó nada, pues los que creamos cosas, bien sea una imagencita, un soneto, o la catedral de Burgos, sabemos, el tiempo que dedicamos a nuestra obra y por supuesto no nos gusta, que alguien se la atribuya.
No hay imagencitas.
La imagencita es como la miga de pan, no hay obras pequeñas y obras grandes, solo hay obras, creadas con mucha ilusión y trabajo por el autor.
Mientras no entendamos esto y queramos restarle importancia al trabajo de otros, la cosa seguirá igual, yo no digo que nos podamos equivocar y considerar que una cosa es libre y que luego aparezca el autor y nos lo indique.
No tienen más importancia.
Todo lo demás…. Es tratar de justificar una cosa que no tiene justificación…
©Natuka Navarro