
La Capitana de la Vida, En Busca de la Esencia
Hubo una capitana que anhelaba explorar la vida. Se lanzó hacia sus atardeceres locos en busca de un inmenso desafío. Abordó un barco llamado Desesperación y conoció a un sargento. Se acercó con la esperanza de aprender más sobre esos lugares distantes.
El sargento, incapaz de mostrarle lo que ella deseaba saber, envió a la suboficial, un hombre que solo obedecía órdenes. La capitana se dirigió hacia el suboficial y le reveló su deseo de descubrir el secreto de la vida.
El suboficial, también desconcertado, solo sabía cumplir las órdenes que le daban. Insistió en que consultara a un soldado raso, quien, según él, conocía la verdadera esencia de la vida.
La capitana se acercó a un soldado raso anónimo y le preguntó sobre sus vivencias. Él respondió:
«La vida me curtía desde pequeño. Crecí en un hogar pobre, sin lujos ni comodidades, madurando rápidamente y aprendiendo a valerme por mí mismo.
Cuando alcancé la mayoría de edad, me enrolé en el ejército. La disciplina militar me sentó bien, dándome un sentido de pertenencia que nunca había tenido.
En el campo de entrenamiento, descubrí que se me daban bien las armas. Tenía buena puntería y reflejos felinos, asignándome a un escuadrón de élite.
Destacaba en todas las misiones, gracias a mi sangre fría y capacidad estratégica. Mis superiores me elogiaban, y mis compañeros me respetaban.
A lo largo de los años, vi de todo: compañeros caídos en el campo de batalla, poblados devastados por la guerra, niños llorando junto a sus madres. Cada experiencia me curtía más.
Sin embargo, eso no era lo que la capitana esperaba escuchar. Insistía en preguntar sobre la experiencia de la vida, queriendo más. Servir a mi país hasta la muerte, era mi deber, pero a la capitana no le agradó. Ella anhelaba vivir con la pasión que nadie conoce: admirar la belleza de las flores al amanecer, presenciar su apertura con la llegada del sol y maravillarse con los colores.
La capitana, decidida, partió por su cuenta para descubrir las maravillas del mundo. Sin guerras que la abrazaran, sin odios ni resentimientos. Ella era la capitana de su propia vida y estaba decidida a descubrir lo más maravilloso: la esencia de la vida
©Natuka Navarro 10 de noviembre 2023