La Ciudad Celestial
Surge inmarcesible e inmortal
La ciudad santa y celestial,
Fundada en pedestales de amor
Y cimientos de fe indestructible.
Sus murallas jamás han de caer,
Pues no las puede el mal socavar,
Ciudad eterna, siempre fiel,
Al Salvador que la fue a fundar.
En ella habita la gracia divina
Y resplandece la Luz verdadera,
Mientras el mundo en tinieblas camina
Persiguiendo falsas quimeras.
Dichoso el que encuentra tan noble Ciudad
Y por sendas de bien decide caminar,
Dejando atrás toda mundana vanidad,
Buscando el Reino de Dios hallar.
Allí fluye leche y miel sin igual,
Allí no llega el llanto ni el pesar,
Sólo hay cánticos de gozo triunfal
Para el Cordero vivo exaltar.
¡Oh Ciudad Santa de eterno esplendor!
Yo anhelo llegar a tus atrios un día
Y vivir para siempre en tu luz y tu amor,
¡Ese es mi anhelo, mi único afán!
Natuka Navarro©