La poesía épica
Desde tiempos ancestrales, la epopeya nace,
Un canto poderoso, hazañas que despliegan,
Historias de valientes, batallas que enardecen,
La poesía épica, su grandeza no se desvanece.
En los campos de gloria, donde héroes se alzan,
Con espadas en alto, y coraje que no descansa,
Cabalgan montañas, cruzan ríos y desiertos,
Por la gloria y el honor, sus almas están abiertas.
En lo más profundo de sus corazones ardientes,
Late la llama indómita, de sueños y ambientes,
Luchan por un ideal, por un mundo en equilibrio,
Defendiendo la justicia, sin temor al desafío.
Valientes guerreros, forjados en la adversidad,
Con armaduras relucientes, emanan autoridad,
Conquistando tierras lejanas, enfrentando al peligro,
Dispuestos a darlo todo, con su ímpetu y temple.
Se alzan las voces en himnos de gestas memorables,
Donde la gloria se alcanza, en actos inquebrantables,
Enfrentan dragones feroces, y gigantes imponentes,
Defendiendo a los débiles, sin mirar a los presentes.
Los dioses miran desde los altos cielos celestiales,
Guiando a sus elegidos, con destinos imperiales,
Los héroes marchan hacia la eternidad, dejando huella,
En las páginas de la historia, su grandeza se revela.
Sus nombres resonarán en las almas de futuras eras,
Sus proezas serán contadas, en baladas y quimeras,
Pues la poesía épica, en versos poderosos se expresa,
Honrando la valentía y la grandeza de sus hazañas.
Que las palabras canten, la epopeya inmortal,
Que el eco de las gestas, atraviese el vasto portal,
La poesía épica perdurará en la memoria colectiva,
Homenajeando a los héroes, en una oda comprensiva.
Natuka Navarro©