La Promesa Del Amor Renacido
De aquel frío saber que amor contiende
no me quedó ni pena ni memoria;
solo sé que viví sin su victoria
y que morí sin ver su luz ardiente.
De poco amor, amor se desvanece;
no hay pasión que resista la demora;
y si el juicio gobierna, amor se ignora;
do no hay fe, de amor que no se merece.
Pero si el hado mío me ofreciese
cosa que nunca fue, que amor naciese
en ese pecho duro y resistente,
a pagar de mi vida aquel desprecio
con dulce rendimiento y con aprecio,
¿qué ley hay que cumplir para adelante?
©Natuka Navarro