Melodía en el Tiempo
En el rincón más recóndito de su ser, María había enterrado la idea de un nuevo amor. Con los años, la certeza de que el romance era cosa del pasado había arraigado en su corazón, convirtiéndose en una barrera infranqueable. Sin embargo, en una tarde dorada de otoño, la vida decidió tocar a su puerta y traer consigo una melodía en el tiempo.
Fue un encuentro fortuito en un café de la ciudad. La luz del sol, filtrada a través de las cortinas, caía suavemente sobre la mesa en la que María disfrutaba de su café matutino. De repente, una figura juvenil entró en el café, y sus ojos se encontraron con los de María. La mirada del joven brillaba con una energía contagiosa, una chispa que despertó algo en lo más profundo de su ser.
María se vio transportada a un tiempo en el que la juventud no era un recuerdo distante, sino una realidad palpable. La sonrisa del joven, su entusiasmo por la vida, todo en él recordaba a María de los días en los que ella misma era una fuerza imparable. A medida que conversaban, descubrió que tenían más en común de lo que jamás hubiera imaginado. Sus risas resonaban en el café, y cada momento compartido parecía borrar los años de soledad que habían pesado sobre los hombros de María.
Aunque la conciencia de la diferencia de edad seguía latente en su mente, María no pudo evitar sentir que el tiempo se desvanecía cuando estaba junto a él. Cada caricia del viento y cada risa compartida eran notas de una canción que hablaba de la esperanza y la renovación. A pesar de sus dudas y temores, un sentimiento cálido y profundo se instaló en su corazón, recordándole que el amor no conocía límites ni barreras de edad.
Juntos, crearon su propia melodía en el tiempo, una sinfonía que trascendía las limitaciones impuestas por la sociedad y el juicio de los demás. A través de las vicisitudes de la vida, prometieron permanecer unidos, recordando siempre que el amor no conoce fronteras, ni de tiempo ni de espacio. Y así, en el ocaso de su vida, María aprendió que el amor verdadero es eterno, y que cada instante compartido con su amado joven era una prueba irrefutable de que el corazón puede encontrar la felicidad en cualquier momento y en cualquier lugar.
©Natuka Navarro 7 de Noviembre 2023