¡Oh, dulce labor de las abejas!,
que transforman la amargura en miel,
y hacen de la vida una belleza,
con su esfuerzo y su fiel papel.
Ellas recogen del campo
el néctar de las flores,
y con su labor y su encanto,
crean un manjar de amores.
La miel que producen es un regalo,
un bálsamo para el alma,
que nos llena de paz y consuelo,
y nos hace sentir en calma.
Así es la vida también,
llena de amarguras y dolores,
pero si somos como las abejas,
podemos transformarlas en flores.
Con trabajo y esfuerzo constante,
con amor y dedicación,
podemos hacer que la vida sea radiante,
y crear una dulce canción.
Así que sigamos la labor de las abejas,
fabricando en nuestro corazón,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel en acción.
Derechos reservados ©Natuka Navarro 2023