Poemas para la vida
La vida, llena de matices y emociones, se despliega como un vasto lienzo donde se entrelazan experiencias, sueños y desafíos. Los poemas sobre la vida capturan estos instantes, ofreciendo reflexiones, consuelo o inspiración. Son como pequeñas ventanas que nos permiten vislumbrar la complejidad y la belleza de existir. Permíteme compartir algunos poemas que abordan distintas facetas de esta maravillosa travesía llamada vida.
Guardián de la Noche
En la noche callada, bajo el manto estrellado,
el sereno camina, su farol iluminado.
Con paso sereno y firme, por calles va cruzando,
con su bastón y su luz, el barrio resguardando.
Sereno caminando por la noche
Su silbato anuncia paz, su presencia da consuelo,
a vecinos que descansan, en sueños sin desvelo.
Guardián de la quietud, en la noche oscura y fría,
cuida del bienestar, en cada esquina y vía.
Abrirá las puertas, con gesto afable y cordial,
sereno vigilante, de la noche el guardián leal.
Disuade al malhechor, con su mirada serena,
brinda ayuda y apoyo, en la noche que amanece buena.
Con su luz titilante, en la oscuridad profunda,
teje seguridad, en su ronda nocturna.
Porque en sus pasos lleva, más que simple andar,
la paz y la amistad, que en la noche van a brillar.
El fin de una relación tóxica
Deja ir a quienes no te abrazan con verdad,
libera el peso, esa carga que ya no está.
No temas soltar las manos que no se aferran,
abre tus alas, el futuro espera yerra.
Alas de pájaro
Es arduo soltar lo que no busca tu amor,
pero es crucial hallar tu paz, tu interior.
Conversaciones vanas, sin cambio ni anhelo,
deja de dar a quien te da solo desvelo.
Tu presencia, un regalo, merece reciprocidad,
no gastes energía en la inmensa oscuridad.
Aunque tu instinto empuje a querer complacer,
es tiempo de dejar lo que no puede florecer.
La lucha por una vida plena y serena,
no todos la entienden, no sigue cada escena.
No cambies tu esencia por quien no camina,
deja ir a quien en tu vida no ilumina.
Si ignoran, lastiman o se van sin rumbo,
no es tu fallo, no eres menos ni un zumbido.
Eres para aquellos que en tu luz se encuentran,
quienes valoran la esencia que ofreces, tiernas.
Millones habitan, afinidad hay a montones,
no es por desaparecer, hallarán tus pasiones.
Si cesas intentos, si el silencio se posa,
quien se aleja, solo su propia senda rosa.
No arruinas, liberas, el apego se desvanece,
mereces más, la vida se torna dulce y crece.
Tu tiempo y energía, tesoros en tu mano,
definen quién eres, en cada paso, en cada plano.
Protege tu ser con vehemencia y esencia,
selecciona compañías con gran prudencia.
No salves, no cambies, no des tu vida entera,
mereces amistad sincera, amor, primavera.
Al tomar distancia, ganas amor propio,
tu existencia es un refugio, un firme ansiolítico.
No es tu labor curar a quien no quiere sanar,
deja ir, florecerás, comienza a amar.
Tu valía merece luz, amor, certeza,
protégete, halla la verdadera belleza.
En la distancia, encontrarás el tesoro,
la dicha, el respeto, en un amor sincero.
Claves del Saber
En el abecedario hallamos el inicio,
letra a letra, el alfabeto se teje,
cimientos del saber, sin desatino,
en su recorrido, la mente se aligera.
Brújula de la mente, la A a la Z,
cada trazo, un mundo por descubrir,
desde la ingenuidad hasta el saber,
quien lo ignora, se queda sin abrir.
Despierta el entendimiento en su sendero,
como el niño que al fin comienza a hablar,
el abecedario es el punto primero,
para crecer, pensar, comunicar.
En su simpleza guarda la complejidad,
es el umbral que a la luz nos conduce,
paso esencial hacia la libertad,
en él, la esencia misma se traduce.
Así, en cada letra, en cada signo,
el abecedario nos da la clave,
semilla esencial para el destino,
del conocimiento, la llave.
©Natuka Navarro
