
Una alegría para los jóvenes,
nacimiento de la primavera.
Para ver, como una flor ruborizada,
Mientras el sol, joven, se dora
El techo lluvioso de ayer,
Una madrugada aún muy joven
Riendo en los cuerpos desplazar
Ilumina, a través de la ventana
Que nos apresuramos a abrir,
Con la emoción de lo que está por venir
Lo que hay que cambiar;
el cielo atribuye a la bondad.
Él, por quien todas las flores han florecido
La voluntad de encantar el bosque,
Llama a las rosas antiguas
En las frondas de nuestros ojos resecos,
Y, como el oro de su esplendor abunda,
Nos dirigimos a los espejos
Hace que nuestros cuerpos sean ligeros
Con sus rayos. A través de sus brazos.
De este modo, se ahuyenta la realidad.
En el invierno tan blanco y helado
Te mezclas con la tos de los resfriados.
Los sonidos de la conversación;
Ya en el viento o en la nieve.
Sin dejar de serlo, en vuestros jóvenes cuerpos,
El dulce y fuerte ardor triunfa
De pómulos victoriosos;
La conoces, los labios quemados,
La de los besos inagotables,
Hasta cuando se esfuman las flores
Y hay nidos vacíos.
Todo el mundo está de acuerdo
Se necesita abril para volver
Para que se vayan abriendo, flor rojiza,
El cariño del amor.
Sin embargo, la dulzura es tal
Para que sea tan raro, creemos que
Tan grande para ser mortal
Casi en el resurgimiento,
Que nuestra alma engañada
No se cambiaría por
Es verano todo el año
¡Nuestros resortes de un día!
©Natuka Navarro
Sea invierno o primavera los jóvenes siempre salen airosos con nuevas ilusiones. Bendita sea la juventud. Amiga Natuka, me encantó la primera estrofa que aquí cito:
Una alegría para los jóvenes,
nacimiento de la primavera.
Para ver, como una flor ruborizada,
Mientras el sol, joven, se dora
Escribes muy hermoso con metáforas y todo. Un abrazo grande.
Gracias Ingrid por venir a leerme
Abrazos
Natuka