Ecos del Silencio
En nuestro interior, los gritos buscan aire,
liberarse sin destino, solo al vacío hablar,
desahogando el sentir que abraza el alma,
loca me llaman, mas ¿por qué? ¿Por vivir
o al ver despuntar el sol por la mañana ?
He entendido que la búsqueda es en vano,
mis suspiros se pierden en el aire,
susurros del más allá en la inspiración.
Hubo veces que no supe expresar al viento,
pero es mío este sentir,
si busco tu entendimiento, mejor te alejarás,
como brisa en el alba, en el horizonte,
por no comprender, dirás: «No quiero esa queja».
Quejarse es soltar lo que callamos todos,
decirte lo que en tu mente se ha paseado,
quejarse es desaparecer en el recuerdo.
Y así, sin quererlo, mi queja se va,
perdida en la eterna poesía.
Cuando escribí este poema sentí una profunda sensación de soledad y frustración. La idea de sentirme incomprendida, de que los propios sentimientos y pensamientos se pierden en el vacío, sin encontrar resonancia en otros. Hay una búsqueda de liberación y desahogo en las palabras, un intento de expresar lo que muchos callan, pero también un reconocimiento de que esta expresión puede alejar a quienes no entienden esa necesidad de desahogo emocional. Transmite una sensación de anhelo por ser comprendida y aceptada, pero también una resignación a la idea de que esa comprensión puede ser difícil de encontrar.
©Natuka Navarro