«El extraño» Filosofía Epicteto
Este poema transmite una profunda reflexión existencial mediante la metáfora del desconocido en el espejo. El autor utiliza la imagen del reflejo como representación de su propia alma y esencia. Al ya no reconocerse en el espejo, expresa ese sentimiento de pérdida de identidad y desconocimiento de sí mismo.
Se revela un yo poético atormentado, que se cuestiona internamente «¿Dónde está el que fui?», evidenciando un quiebre entre el pasado y el presente. Hay claros contrastes entre cómo era antes -lleno de ideales, sueños, pasiones- y en lo que se ha convertido ahora: un «extraño» vacío y sin rumbo.
La repetición de la primera estrofa al final del poema enmarca esta búsqueda existencial. El poeta busca respuestas sobre su transformación. Utiliza preguntas retóricas para enfatizar su desorientación. También emplea metáforas como «camino sin rumbo» y «se ha convertido en eco lejano» para acentuar esa pérdida de su esencia.
El lenguaje sencillo y directo logra transmitir con crudeza ese sentimiento de extrañeza consigo mismo. Por medio de este poema, el autor expresa el dolor que produce no reconocerse, pero también abre la posibilidad de una reconciliación: «Debo buscar de nuevo en mi interior, hallar al que un día fui». Es una invitación a reencontrarse a sí mismo.
En conclusión, se trata de un poemario existencial que somete al lector a un ejercicio de introspección. Nos invita a reflexionar sobre nuestra propia transformación personal con el paso del tiempo y a buscar nuestro verdadero yo interior.
- El poema transmite ese sentimiento estoico de no reconocerse a uno mismo, de sentirse perdido. Epicteto diría que debemos retomar el control enfocándonos en aquello que depende de nosotros: nuestras actitudes internas.
- La invitación del poema a buscar dentro de uno mismo para reencontrarse, se relaciona con la importancia que Epicteto da al autoconocimiento. Conócete a ti mismo para hallar tu propia naturaleza racional.
- Cuando el poema habla de un «extraño» en el espejo, se podría vincular a cómo Epicteto advertiría sobre dejarse llevar por las pasiones, que nos «enajenan» de nosotros mismos.
- La idea de Epicteto de aceptar con ecuanimidad lo inevitable es un posible camino ante la angustia del poema por los cambios del tiempo.
- El poema transmite la pérdida de los antiguos ideales del yo lírico. Epicteto quizás diría que debemos encontrar nuevos valores acordes a la virtud y la razón.
En definitiva, creo que el poema existencial se puede complementar bien con reflexiones estoicas sobre el autoconocimiento, el dominio de las pasiones y la aceptación serena. Permitiría profundizar sobre la búsqueda del sentido del yo.
«El extraño»
Me miro al espejo y no me reconozco
¿Quién es ese extraño que está del otro lado?
Su mirada es opaca, sin luz ni fuego
No queda nada del que fui, solo un cascarón vacío
Solía tener ideales, pasiones, convicciones
Soñaba con cambiar el mundo, dejar una huella
Ahora camino sin rumbo, sin saber a dónde voy
Mis antiguos anhelos se han convertido en eco lejano
No encuentro explicación a lo que me ha ocurrido
¿Dónde se perdió mi esencia? ¿Por qué me abandonó la fe?
Siento que el tiempo me ha robado lo más valioso
Me dejó sin respuestas este tortuoso vaivén
Quisiera reconocer de nuevo al que llevo dentro
Rescatar los retazos de aquel que fui antes
Reconciliarme con mis sombras y debilidades
Aceptarme para poder renacer de las cenizas
Debo buscar en mi interior, en rincones olvidados
Hallar al que se esconde tras este rostro en el espejo
Comprender que la vida es cambio y contradicción
Y que aún puedo ser el autor de mi propia transformación.
Natuka Navarro©
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