
El sonido del Silencio, ese esta en todo y en nada
no puede ser comprendido, es la luz de la eternidad
los que prefieren estar acompañados por desazones
quimeras añorantes, perfiles y atuendos burgalés
El sonido del Silencio no puede ser comprendido
no se escucha, ni se comprende esta quitad libertad
de lo estrato en este caminar de un sin querer
cerrar entre el final y el principio o viceversa.
Los tontos todavía predicen tanta burguesía absurda
serbales y anticúo, rezan al Dios de lo absurdo,
crearon esperando, amanecer loable de una canción
Los profetas buscan respuestas en estrellas muertas
Majestuosidad llegas a mi encuentro esa cálida ventana
me lleva a descubrir ese silencio que me envuelve
en los más cálido de esa quimera envolvente de tanto,
silencio En algún lugar se paró por completo tu ausencia
.
Con un vestido que una vez fue blanco de aquellas manos,
sucias se marcharon, pues no compartimos la falacia
trocitos de quietud alma relajante te quebraste aterrador
de no profano y de lo absurdo de lo inquieto y no decible
Ya no puedo tener miedo de mi silencio incluso
reflejado disfruto de la luz de las nubes
de vergüenza sonrisa dispersa de las flores
silvestres rocío con mi néctar con nostalgia
Cruelmente puse mi cara riendo de bordillo a bordillo
el que la gente una vez me robó porque tenían miedo
del silencio y del resplandor del sol quietud de la calma
Tengo las manos boca y los ojos abiertos en el fondo de luz
El agua me mira y sonrió en la cubre mi quietud
un nuevo despertar conecto con el silencio con las flores
en la orilla que ya no puedo y no quiero de lo contrario
humanos que se abrirán de par en par ante la claridad
Después de todo, el sonido del Silencio no se puede comprender.
©Natuka Navarro