
Maremoto En La Playa
Un día empecé a hacer lo que me daba la gana,
y de esa manera FUI FELIZ compartiendo esa gracia
y tanto salero mis letras se volvieron tuyas y mi rencor
se fue caminando al más allá de mis pensamientos
Era una flor que acababa de nacer y nació rosa
experiencias, te podrías pinchar si tocas con malicia
pincho, a los malvados que me quiebran mi solvencia
lo mismo saco de mis entrañas toda mi dulzura
Te encontré que querías cortar mis pensamientos
conmigo vas a recibir tanta pena, que tus hechos
te perseguirán hasta la maldad de infinito
llenaste a mis vida de certitud de tanta paciencia
Pudiste venir con tantas promesas de tus hechos
de tus querequeres mujer malvada, correos malvados
llegaron a la dolencia de lo vano de mis promesa
que no cumplí de esos pensamientos que no eran ciertos,
veo lo que fuste y te fuiste con el desamor de un caminante
de un árbol y tu amor se fue ante el recuerdo
de que no, querías nada, nada de mi y de mis letras,
creaste que era el caminar de lo eterno de la belleza
De las paginas dulces pernetes perdidas de un dios,
de todo y de nada de tus piadosa tantas vocales poderoso
esa eras tu, quehaceres lo impropio, de lo vano
pirenes tus lagrimas, que se alejaron de mi con tus presencia
Te Dije hasta siempre, recordé mis entrañas un instrumento
parao sestil, de mis quejido, te vas con el anhelo
de un atardecer que querías cortarme la dulzura
de mis continuas razones de lo propio y de lo impropio
así despacito vengo ante tu sombras de tus desplantes
Pero cuando quieres despedir a una persona, no se va
del pensamiento, así con mis letras te vuelvo a ver
las ñoñerías tuyas y sueño con tu presencia todos los días
con murmullos del pensamientos que no deseo pensar
mis Bujidos se fueron contigo, pero la Esperanza del amanecer
vivió para siempre en mis entrañas, vivo amoral soñolencia
entre los silencios atónitos de una madrugada soñolienta
y andando por mis quehacer te descubrió verano de lo anhelo
Primitivo cantor de Esperanza despertó que se quedo,
del olvido asentare nostalgia dé los ratos perdidos,
mi caminado eferente descuido caminante no hay camino
con los pasos perdidos de un querer sin retorno luz.
Que vino ante mi, soñando verte y pensar el atardecer
de esa playa cubierta de caracolas, me lleve una a mi casa
y me recordaban los momentos que pasé junto a ti, me fui
entre los murmullos de lo lejano, y me perdí ante la
majestuosidad de lo digno, somos errantes de un hermoso bienestar
Con un dulce final de tantas cosas que sentía en la playa
de nuestro olvido bajo la brillantez de neutras memorias
fue el pensamiento que hoy viene a mi sin duda a recentar
mis bailes se marcharon con un dedicado maremoto…
©Natuka Navarro