Eterno Abrazo del Mar SONETO
En la vasta inmensidad del ancho mar,
donde el sol se sumerge en su partida,
se despiertan las olas con su brida,
y el horizonte empieza a suspirar.
La gaviota en su vuelo va a cantar,
mientras la brisa en su danza se anida,
y el ocaso en su gloria se desliza,
tejiendo crepúsculo sutil brotar.
La playa de arena dorada y fina,
se encuentran las conchas en su reposo,
testigos tiempo y su eterna rutina.
Final del día, en grandioso de gozo,
el mar y el cielo entrelazan su rima,
de su eterno abrazo, eterno y hermoso.
©Natuka Navarro 8 de noviembre 2023