
La Rosa Resiliente
Entre los jardines bañados por la luz del alba,
la rosa danzaba con gracia y elegancia sin par.
Sus fragancias sutiles se entrelazaban en el aire,
tejiendo un tapiz de aromas dulces y singulares.
Mas la brisa le trajo un susurro desafiante,
que cuestionó su encanto con palabras punzantes.
«Los claveles ostentan una belleza vibrante,
que eclipsa tu delicadeza, pobre y distante».
La rosa, sorprendida, alzó su mirada serena,
y vio a los claveles en su pompa altanera.
«No por ser discreta, mi gracia es menos plena»,
susurró con firmeza, su esencia más que buena.
Así, renovada en su confianza y en su esplendor,
dejó que sus perfumes fluyeran con fervor.
Los claveles podían resplandecer con ardor,
pero la rosa, en su alma, guardaba un tesoro interior.
©Natuka Navarro 8 de noviembre 2023