
«La Boda De La Alcachofa»
Bailaba una alcachofa con gracia encantada,
al ritmo sabroso de salsa endiablada.
Con capa de verde y mirada coqueta,
giraba en la pista como trompeta.
Su pareja: un huevo, muy duro el señor,
con corbata de yema y mucho esplendor.
La madre gallina, con gran indignación:
—¡Presumida verdura, qué desilusión!
—Querida galliana —dijo con donaire—,
no vine a alborotar su elegante gallinaje.
Mas traigo el amor, el arte y el canto:
me caso con su hijo, lo digo y lo planto.
Banquetes de flores, violines sonando,
las naranjas aplauden, los puerros bailando.
Los melones dormidos sueñan con el vals,
y el apio recita poemas sin sal.
La boda fue alegre, de luna y de albahaca,
las uvas brindaron con mosto y con casta.
Y así entre las risas, los besos y el pan,
la alcachofa enseñó lo que es amar sin afán.
Natuka Navarro
Luna Poetiza