La Mano Del Amianto
Salió al campo con medio brazo…
Para enviarnos el pan bien leudado,
Cálido como el amor de una madre
Tratando de calentar a su bebé
Con el soplo de un aliento,
Con mucho sol en su piel,
Con suficientes lágrimas en sus entrañas.
En el barco que se hunde
Te estamos esperando, los tres:
Para devolverte mi mano.
La mano que silba como un látigo en el viento,
El destino amenazante, el recorte del tribunal,
A las figuras se añaden los diagramas y los tintes
Que los barcos llevan.
Tu pequeña mano que sostenía
Su pecho cuando amamantaba
Que en su corazón se había depositado una novela.
Tu mano que cortó la tela del dolor
Y envuelto en un globo de hilo de luz
La ropa de los niños, Como un proyecto sagrado.
Tan ceniciento y sagrado que no sé dónde ponerlo,
Dónde encontrar un lugar limpio – un caso de mar
Cortado del cielo o del vestido de la Virgen.
Tejido con flores de azahar, cognadas dentro de mí
©Natuka Navarro