Murmullo Del Agua Del Silencio De las Flores
Del murmullo del agua
Los primeros viajes se hicieron en el mar del dolor,
Al aullar en las alturas del sueño,
Cuando sentimos el amor de una madre en nuestra pobre tierra.
Y todo el tiempo miramos el vellocino de oro
A las puertas de lo desconocido.
Y el clímax del tiempo ha llegado,
Y navegamos con Argo hacia las orillas del océano,
Escuchando toda la noche las penas de Don Quijote.
Y mientras navegamos hacia la vasta tierra de Toledo
Dulcinea habló con su amado Don Quijote
En las pociones, en las interminables horas de conflicto,
Vimos las innumerables caras del país cruzando el destino.
Por las mañanas, más allá de las ventanas nubladas,
Vimos el rostro severo de Lee Lincoln dirigiendo el convoy de desmembrados.
Buscamos en todos los centros de las ciudades a cualquier hora del año.
Leemos miles de anuncios retroiluminados.
Estamos en todos los bancos de todas las avenidas,
Y más allá de la estatua del parque vimos a nuestra celosa madre que venía a decirnos lo que nos habíamos perdido.
Construimos casas con la decoración de una Virgen María desconocida.
Llenamos nuestros mástiles y llenamos nuestras velas de imágenes.
Algunas partes de nuestras vidas están navegando.
Y mientras tanto, pintamos cartas náuticas en las mesas de centro.
Ahora ya sabemos el propósito de cada una de nuestras salidas:
a partir del siglo en que abrimos los horizontes de nuestro pueblo
hasta este momento, cuando les damos de comer a las palomas en los parques
Los humildes currantes, los más lentos,
combatiendo por la libertad de muchas personas,
para sobreponerse a la necesidad de estar tan cerca de ti.
Ah, sí. Construir la escuela de nuestro pueblo arruinado.
Al frente… para construir la nueva Academia
que engloba a todas las personas.
El combate por la libertad es nuestra vida
y una melodía griega en el piélago del mundo.
©Natula Navarro
Music by Geoff Harvey from Pixabay