Oportunidad
Supongamos que no hemos llegado
al negro camino sin salida, al abismo de la memoria
Supongamos que los bosques han venido
Con un vestido de desayuno de la época imperial
de triunfo, con las aves, con la luz del cielo
y con el sol donde pasará a través de ellos.
Supongamos que estamos más acá,
en tierras olvidadas en el Oeste, en el Norte.
mientras lanzamos el abrigo al aire,
los extraños nos miran con extrañeza, con suma seriedad.
Ser recibido por alguna dama con ternura,
…ha enviado a sus sirvientes a pasar el día.
Pensemos que la ronda de aquella Dama, que busca
pero han sido robados, la melancolía de los atardeceres
y, con el estornudo de locas banderas ellos se mueven
por la fuerza del arador, mil soldados se mueven.
a esa bandera que en el viento baten –
héroes cruzados, salvadores del Señor.
Supongamos que no hemos conseguido
por cien caminos los límites del mutismo,
y cantemos, la canción para semejarse
Una trompeta victoriosa, un estallido de alegría;
los demonios de fuego en las entrañas de la ley,
en lo elevado, los hombres para entretenerse.
Se sumergen entre sus placidas caricias de un loco al aire
pintando caricias brumosas despejadas con desparpajo
y decimos sonetos que recuerdan y te aclaman, dulce sonora
miel sabrosa de tus susurradas ternuras, de un amor sin igual.
©Natuka Navarro