Poetia, La Isla De Los Poetas
¿Te imaginas cómo sería vivir en un mundo donde todos fueran poetas? Un mundo donde las palabras fueran el arma más poderosa, donde las rimas fueran la moneda de cambio, donde las metáforas fueran la forma de expresar los sentimientos más profundos. Un mundo donde la belleza y la armonía reinaran en cada rincón, donde la inspiración y la creatividad fueran el motor de la sociedad, donde la poesía fuera el lenguaje universal.
Pues ese mundo existe, y yo tuve la oportunidad de visitarlo. Fue una experiencia única e inolvidable, que me cambió la vida para siempre. Te voy a contar cómo fue mi viaje a ese mundo de poetas, y cómo me enamoré de una de sus habitantes.
Todo empezó cuando recibí una carta misteriosa en mi buzón. Era un sobre blanco, sin remitente ni sello. Dentro había una hoja de papel con un poema escrito a mano:
Querido amigo desconocido,
te invito a un viaje sin igual,
a un mundo donde el verso es el destino,
y la poesía es el bien más preciado.
No te asustes ni te preguntes quién soy,
solo sigue las instrucciones que te doy,
y pronto descubrirás el secreto mejor guardado,
el lugar donde los sueños se hacen realidad.
En el parque más cercano a tu casa,
hay un banco junto a un árbol frondoso,
allí te espero mañana al alba,
con un libro que te abrirá las puertas del gozo.
No faltes a esta cita tan especial,
pues no tendrás otra oportunidad igual,
de conocer el mundo de los poetas,
y vivir una aventura inesperada.
Atentamente,
Un amigo poeta.
Al principio pensé que era una broma, o una estafa, o una locura. Pero algo en ese poema me llamó la atención, me despertó la curiosidad. ¿Qué perdería por ir al parque al día siguiente? ¿Qué me esperaría allí? ¿Quién sería ese amigo poeta?
Así que decidí seguir el juego, y me levanté temprano al día siguiente. Me dirigí al parque más cercano a mi casa, y busqué el banco junto al árbol frondoso. Allí estaba sentado un hombre mayor, con una barba blanca y una boina negra. Tenía un libro en las manos, y me sonrió al verme.
– Hola -me dijo-. ¿Eres tú el destinatario de mi carta?
– Sí -respondí con cautela-. ¿Y usted quién es?
– Soy tu amigo poeta -dijo él-. Y este es el libro que te prometí.
Me entregó el libro, que tenía una portada azul con letras doradas. El título decía: «Historia de un mundo de poetas».
– ¿Qué es esto? -pregunté.
– Es la llave que te llevará a ese mundo -dijo él-. Solo tienes que abrirlo y leer la primera página.
– ¿Y qué pasará entonces? -pregunté.
– Lo descubrirás por ti mismo -dijo él-. Pero te advierto que no es un viaje cualquiera. Es un viaje sin retorno. Una vez que entres en ese mundo, no podrás volver al tuyo.
– ¿Qué? -exclamé-. ¿Está usted loco?
– No, estoy enamorado -dijo él-. Enamorado de ese mundo, y de una mujer que vive allí. Una mujer que conocí hace muchos años, cuando yo era joven y aventurero como tú. Una mujer que me robó el corazón con sus versos, y que nunca pude olvidar.
– ¿Y por qué me cuenta todo esto? -pregunté.
– Porque quiero que tú también lo vivas -dijo él-. Porque quiero que tú también conozcas a esa mujer, y a su hija. Porque quiero que tú seas mi heredero.
– ¿Su heredero? -pregunté.
– Sí -dijo él-. Mi heredero literario. El encargado de continuar mi obra, de escribir la historia de ese mundo de poesía
Natuka Natuka©
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