Hoy me he sentado en mi escritorio con una libreta de cuadrícula y un rotulador negro y me he puesto a dibujar. Sin lápiz ni goma de borrar, contenta de equivocarme para convertirme en algo diferente, porque esta existencia del perfeccionismo es dura al fin y al cabo, y no dejo esa mancha que puede convertirse en una cara de tantos recuerdos enmascarados, cuando me equivoco…
Al escribir en un cuaderno lo que siento en este momento en una línea, ¿Qué es lo que siento en ese momento?…Dibujé un gráfico circular con todas las experiencias negativas que me han ocurrido en la vida, y luego me dispuse a pensar en cómo esos incidentes me han convertido en lo que soy hoy en día.
¿en qué parte los acontecimientos adversos me han conformado, y en qué parte los positivos? ¿Es cierto que soy como soy por las cosas «malas», o es que todas las cosas positivas han dejado una marca en mi personalidad? ¿Cómo es que es más complicado centrarse en lo bueno que en lo negativo?
Si pudiera ir hacia atrás y decirle a ese loco, que me hizo tanto daño, cuando yo tenia 17 años… Sin embargo, aprendí mucho de lo que me paso esos años que mi cuerpo no quería vivir y peleándome con el cuerpo, soy como soy en este momento… ¿Y por qué puedo ver lo bueno que me acompaña ahora, pero no puedo librarme de la abrumadora sensación en el estómago con la que no he sido capaz de tratar en los últimos días?
Esperando una dulce primavera, sin guerras, sin muertes. y Mandamos video mensajes a los Amigos, y mensajes locos de 20 Segundos para sacarnos una sonrisa, mientras pensamos en lo duro y cruel que debe ser el mundo para ellos, ahora, que va a ser una época de trabajo y exámenes estresante para mis hijos….
Me encanta que los pájaros sigan cantando, que consigamos volver a ver series arropados en el sofá y después compartir reflexiones. Cómo me gusta que por las montañas siempre existe la perspectiva de un nuevo día, que pueda marcar más y más partes entre mis alegres y adhesivos colores en mis libros, pues me enseñan algo; que cada día soy distinta, y que puedo disfrutar de cualquier cosita de siempre.
Pero aquí viene el pero de que por fin pueda liberar todas las pasiones y emociones que me he introducido en el interior del baúl a lo largo de los años…y que me han llegado hasta el pecho; me gustaría finalmente poder descansar, y no suponer por mí misma que seguramente ahora estoy cabreando a la otra persona hasta el punto de tener que hablar y decir alguna chorrada; para poder compaginar y no parecer que tengo el control total de mi persona, porque lo siento, pero no lo siento, y quiero tener menos temor. De la expresión propia, de fallar, de mis fallos, o de lo que los otros piensan de mí como individuo, porque felizmente no me importa que haya un cambio de opinión al dar constantemente ejemplos de ciencia y fantasía, al hablar con las metáforas, al vivenciar el humor, al leer en la pared del autobús, al expresar una idea fuerte o al hablar francamente de los lugares que no encajan, es decir, por favor.
Reiniciaré el camino de la comunicación, abriéndome como un pequeño armario mecánico y separando el despliegue de sueños y conocimientos que se acumulan en mí, para devolverlos a su espacio. En este momento, eso es lo que me hará feliz.
©Natuka Navarro