Mitología Celta Tristán e Isolda
La posterior idealización de la trágica historia de Tristán e Isolda transformó este cuento medieval en «un símbolo puro del amor absoluto”
Su trágica historia de amor,
contada por primera vez,
a una pasión tiránica y sagaz…
Fruto del artificio que llega
desde un alma
de un amor que no tiene fin…
Ha escuchado sus alabanzas:
«¡Oye! Héroe Tristán» —
era la tristeza del hombre.
Hizo mil juramentos
un agradecimiento eterno
Y una lealtad hacia mí.
Escucha ahora cómo un Héroe
¡Cumple su juramento!
Igual que Tantris…
Me despedí sin haberlo aceptado,
Al igual que Tristán
Perseguido, pecado mortal,
dividió a los autores medievales
a los escritores y los trovadores
de su alma de piedad entre dos amantes
Para el cansado rey de Cornualles,
Para Marque, su noble esposo.
Desde que Morold vivió,
¿Quién se habría atrevido
Su vida está encadenada a los terceros
que se aman con un amor que no mate,
y vínculos que unen sus vidas amorosas
rechaza la ausencia y la muerte.
Es como el bronce, oscuro y fuerte,
ese es el regazo de la plata pulida;
Isolda absorbe el cáliz escarlata
En los bosques derrama tu esencia.
Debido a que se ven robando, alterando
Da un sabor sutil y delictivo
A su afición que crece con el misterio
de ese amor que se tienen, y así reclaman
Por un deseo candente,beben y beben
con la boca codiciosa
la sed que los carcome así sin saberlo
brotan dos árboles entre sus cuerpos…
Así su amor entre los futuros perdidos
entre las palabras de los hechos
de ese amor que llega hasta nosotros,
del amor a la vida y a la muerte»
©Natuka Navarro
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