Lenta como la tortuga,
sin ninguna floritura
la esperanza no se fuga,
se comenta en la escritura.
Un día se quedó quieta
esperando ella examina
no se la notaba inquieta
con su paso se encamina.
Se quedó allí acurrucada
lo que había descubierto
pero estaba anonadada
mas no podía ser cierto.
Pero ante tal desconcierto
sencillamente lo expuso
lo que descubrió en el huerto
hagamos de ello un buen uso.
La esperanza es muy paciente
ayuda y busca remedios,
de sentimientos prudente
poniendo todos sus medios.
Se levantó presurosa
tras el susto del momento,
ella es siempre generosa
camuflada con el viento.
Buscamos esa clemencia
de comportar bondadoso
con un poco de prudencia
con sentimiento piadoso.
Retornando alborozada
aquel portal salvador
a la esperanza abrazada
escuchando un trovador.
Dos campesinos la vieron
y a sus vecinos contaron
muy gustosos acogieron
en la casa la adoptaron.
Allí junto a la esperanza,
se encontraron los vecinos,
con un canto de alabanza
se cruza en sus destinos.
©Natuka Navarro