Tus Ojos Que Me Arrebatan
Una vida difícil y llena de decepciones
no se necesita un poema para decirnos esto
Al contrario, hay alegrías en la vida
Y aún así, ningún poema es suficiente para acabar
Un poema se alza entre ellos
Así como un espantapájaros en medio del campo
La gente y las mariposas bailan a su alrededor raíces
de las flores malas hierbas huelen se pudren
Y el espantapájaros blanquea al sol
Empapado en la lluvia, agitado por el viento
Y hasta que el tiempo lo rompa y no quede nada
Lo que tenía que contar, lo dijo asustando a los pájaros.
Respetar
Mientras construyan «santos» basándose en los criterios de «pan y espectáculo»
de «pan y espectáculo», rendiré culto con constancia y celo
los portales de los burdeles y los catres de los hogares.
Restos de…
para lastimarte, necesito unos dos segundos y saliva barata.
Para amar a alguien, necesito toda una vida.
Formadores
Camino rural al amanecer. en el desierto. Tranquilidad total.
Sólo las gotas de lluvia refrescan el paisaje.
En medio del asfalto dos calcetines blancos sin pies.
Tal vez un accidente.
Tal vez una pareja que ha mostrado su deseo.
El estropicio de la memoria de la madre o del amor.
Tú…
Tú que entras tan a gusto en las habitaciones del amor,
y los Cuerpos de los enamorados que controlas tan estrechamente.
Que en los propios templos amas los sufrimientos de los condenados
Oír la vida de los demás con alegría en la plancha.
En verdad, lo mucho que envidias todo lo que buscas.
Cómo tienes sed de deleitarte con el sabor.
Ausente…
Cuando me necesitaste, estuve a tu lado.
Al ser escupido, recogí las gotas de tu vergüenza,
En el momento en que fuiste expulsado, te levanté.
En tu más terrible desesperación acompañé a la esperanza.
Y ahora, que te necesito, te escondes en tu papel.
Usted celebró la igualdad de condiciones,
una revelación a la que llamas madurez.
Amor
En la puerta saliste a recibirme vestida con tu ropa de fiesta.
Colocas sábanas nuevas para declarar tu fe en el amor.
Dijiste enfáticamente «tú eres mi Dios…».
No llevabas más que ramas de olivo y Varia en tus manos.
Y, sin ir más lejos, a los pocos días estabas gritando junto a todos los demás: «Crucifícalo…».
¿Cuánto dista el odio del amor, cuánto distan los besos de las clavijas?
El mar y el amor
El amor y el mar creen en valores comunes.
Se adecúan totalmente a ti. Te abrazan por completo.
Igual de cansados, están furiosos. Te cogen en el vórtice de sus entrañas,
y luego de unos días de sufrimiento, te arrastran a algún vacío de la realidad.
Receta para la felicidad
En la bárbara simplificación de los cuentos
de hadas Los fieles duermen felices Los pastores
mientras que los pastores se divierten mucho.
©Natuka Navarro